Directamente ha ido a mi lista de top 10 de libros favoritos. Siempre me ha gustado salir a correr aunque mi principal afición sea el ciclismo. Pero correr es algo que puedes hacer en cualquier momento, sin preparación específica o material necesario ninguno. Puedes correr 5 minutos dando un paseo , o ponerte a correr en la playa si te apetece. No necesitas nada, ni a nadie 🙂 . Ni tus cualidades físicas deben ser especiales. Cada uno tiene su nivel y puede correr la distancia que pueda, o quiera. En invierno, en verano, por la tarde… en sueños !!
Dejé de correr porque me lo dijo mi rodilla. Pero nunca lo he abandonado del todo. Y después de leer este libro, y poder vislumbrar el por qué de algunos dolores, creo que retomaré esta actividad. 🙂
Cuando leía el libro me iba acordando de viejos amigos con los que compartía afición hace unos años, como mis «asieres» de Bilbao, el Sr , Luisaña de Logroño, que dejo las dos ruedas para ponerse a darle duro a las largas distancias. Escalonita que ya está haciendo grandes tiempos en los 20 km, y otros que están yendo más lejos incluso corriendo el Maratón de las Arenas ..
El libro cuenta la historia del periodista «Christopher McDougall» que cansado ya de las lesiones que están apartándole de practicar su deporte favorito, oye hablar de una tribu de indios Mexicanos ( Tarahumaras – Raramuris ) que son capaces de correr largas distancias, descalzos, sin lesiones, y …toda la vida. Corren distancias de más de 100 kilómetros en carreras populares. En las montañas. Con grandes desniveles. Y lo hacen varias veces al año. Teniendo en cuanta que un corredor profesional de Maratón moderno corre apenas medio puñao de maratones al año a nivel competitivo.
McDougall investiga sobre estos corredores y decide trasladarse a México para conocerlos en su terreno. Pero el reto va a ser más complicado de lo que pudiera parecer en un primer momento. … Aparee la figura de Caballo Blanco, un gringo que dejó todo para integrarse en la filosofía Tarahumara de Correr Libre y con el que decide organizar la Carrera más loca jamas creada. Invitar a los mejores corredores de ultramaraton del Mundo a competir en Mexico contra los Raramuris. Sin premios en metálico, y jugándose la vida … Convencer a corredores profesionales a viajar a las Barrancas del Cobre, no va a ser fácil. Y la selección de corredores que apenas serán una docena será muy compleja. Pero tan complicado o más, será conseguir que los Raramuris, acepten ¿ quién ganará ? … etc etc
¿ el secreto ?, A partir de ello, la argumentación de que los seres humanos NACIMOS PARA CORRER y que hemos perdido la naturalidad y debilitamos nuestros pies y nuestra postura con el paso de las miles de generaciones y de años. Cómo nuestros pies y piernas sufren cada vez más lesiones cuando se supone que cada vez hay más y mejor tecnología en nuestras zapatillas, supuestamente mucho mejor que la que tienen las sandalias de los Tarahumara… que casi no se lesionan…Mientras el libro arremete contra la Marca Nike y el resto de empresas del sector que han ido creando una necesidad donde no existía. Como el exceso de suelas del calzado deportivo ha sido mas perjudicial que beneficioso. … filosofica de correr descalzo. .. etc. no cuento más SPOILER TOTAL !!!
mis marcadores sobre este libro : – nada- no se puede resumir la filosofía de este libro con cuatro palabras. 🙂
Gracias a la red, curioseando un poco, he encontrado una foto original de Scott Jurek ( campeón de ultamaratón ) corriendo en mexico con un Raramuri. Una de mis fotos favoritas – ever – Ganó uno de estos dos. ¿ quién ?
PD.- en septiembre 2012, me ha llegado la noticia que «caballo Blanco» (Micah True) , uno de los protagonistas de esta preciosa historia falleció en el mes de marzo en las montañas mexicanas. Micah fue una leyenda del ultramaratón, retirado a las montañas para hacer aquello que le gustaba . Correr Libre.
sirva desde aquí, este humilde post como homenaje. Va por ti , Caballo Blanco.
«No soy más que un indio gringo, amigo, corriendo humildemente con los rarámuris« (Micah True)
– Caballo recibió una oferta única. The North Face, la popular compañía de productos para deportes al aire libre, le ofreció convertirse en su patrocinador. Su futuro y el de su carrera finalmente hubieran estado asegurados.
Caballo lo meditó. Más o menos durante un minuto.
“No, gracias —decidió—. No quiero que nadie haga nada que no sea salir a correr, festejar, bailar, comer y pasar tiempo con nosotros. Correr no se trata de hacer que la gente compre cosas. Correr debe ser un acto de libertad, amigo”.
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