Forrest

Seguro que como la mayoría habré llegado al libro después de la película. Al revés de como debería  ser, pero en este caso se entiende ya que Groom no es muy conocido en España y la peli arrasó hace unos años. Disculpados estamos.  🙂 No tenía ni idea de que existía tal libro  y que la película estaba basada en él.

De Forrest, la pelicula; no digo nada. Todo el mundo la conoce. Para mi: soberbia. Aunque cuando la estaban haciendo ellos mismos pensaban que era un «largo» más de consumo. Pero… el público y la crítica pensó otra cosa….

Una pena por otra parte, haber llegado al libro después de conocer las imágenes y los personajes, puesto que no me quitaba de encima a Tom Hanks como Forrest. Totalmente distinto de como lo describe Groom.  Según el libro: Forrest mide 1,98 y pesa 150 kilos, es retrasado con las letras, pero un superdotado matemático y deportista.  Las diferencias son notables. Casi parecen dos historias diferentes. Pero no importa, no son insalvables para disfrutar de su lectura y sus peripecias.

Hay veces que piensas que el libro está escrito por el maestro Gila, dada la sucesión de acontecimientos surrealistas que le suceden al personaje.  ¡ Muchas más aventuras que en la pelicula de Zemeckis !. En el libro, Forrest toca en un grupo de música, fuma marihuana, se convierte en astronauta, vive en la selva con una tribu canibal, juega al ajedrez, se hace luchador professional, luego músico callejero, político, etc.

Realmente muy divertido. Estoy deseando empezar con la segunda parte.

mis marcadores sobre este libro:

  1. Soy idiota desde que nací.
  2. Cuando cumplí trece años empezaron a pasar cosas muy extrañas. En primer lugar, empecé a crecer.
  3. —Aparte de tener los dos pulmones lesionados, el intestino perforado, la columna vertebral partida, de haberse- roto una pierna, de haber sufrido la amputación de un pie y quemaduras de tercer grado en todo el cuerpo, está bien.
  4. Después de eso, el señor Wilkins compró un globo a un vendedor ambulante y me lo sujetó a un botón de la camisa, para poder «localizarme en todo momento»,
  5. A todo esto, le había presentado a Sue y mi madre dijo que se alegraba de que tuviera un amigo, aunque fuera un mono.
  6. —Nada —contesté—. Sólo soy un idiota. No sé nada de política.—¡Precisamente por eso! —exclamó el señor Claxton—. Necesitamos a hombres como usted