Si es que no se puede hacer caso a las masas, ni a las listas de ventas, ni a las colas en las librerías. Y es que es así como se ha presentado a mediados de Julio a nivel mundial esta novela inédita de Harper Lee. Tremendas colas en las librerías americanas el día de su salida equiparable al fenómeno de Harry Potter. Hace apenas unas horas (21 julio) ha superado el primer millón de copias vendidas.
«Ve y pon un centinela» sería la segunda novela de Lee que quedó aparcada en un cajón durante 60 años. Después de «Matar a un ruiseñor» (premio Pulitzer incluído), traducido a más de 40 idiomas y con unas ventas superiores a los 40 millones de ejemplares, esa novela se convirtió inmediatamente en uno de los grandes clásicos de la literatura estadounidense del siglo XX, pero su autora desapareció de la vida pública y, con la excepción de algunos artículos, nunca volvió a escribir.
Lo que no se sabía es que Lee había escrito previamente, a mediados de los cincuenta, otra novela con los mismos personajes de “Matar a un ruiseñor”, pero situada 20 años después de los hechos narrados en ese libro. Y como se ha presentado como secuela de esa obra maestra pues se han puesto las expectativas y el listón muy alto, y claro, no todo es equiparable.
Esto sucede a los grandes autores que han publicado solo una novela en sus vidas «Oscar Wilde» , es el ejemplo clásico y el primero que me viene a la cabeza. Sería increíble poder disfrutar de otra novela de este genio. Pero la cuestión es que si ellos escribieron otras novelas y no fueron publicadas, ¿por qué fue? – No les hicieron caso las editoriales, murieron antes de terminarlas, retazos escritos en tiempos muertos como inspiración para otros menesteres. o quizá ellos mismos pensaban que no estaban a la altura de ser publicadas por ser obras de juventud. Sea como fuere Harper Lee nunca quiso publicar la novela que nos ocupa, y como la autora está ahora muy malita con sus 89 años en un centro de para ancianos, tampoco está en condiciones de dejar clara su posición.
Y sin conocer su posición y su bendición; a la muerte de la hermana que custodiaba el manuscrito aparecido en 2014 en un cajón, la editorial se ha lanzado a su publicación mundial con una estrategia de marketing genial.
Ve y pon un centinela cuestiona la figura de Atticus Finch, el abogado y padre de la protagonista del primer título, convertido en Estados Unidos en un símbolo de la literatura por su defensa de los derechos civiles de los afroamericanos. Ambientada en el condado de Maycomb, inspirado en Alabama, la novela narra cómo a los veintiséis años Jean Louise Finch, Scout, vuelve a casa desde Nueva York para visitar a su padre, Atticus, y con el trasfondo de la lucha por los derechos civiles y los disturbios políticos que estaban convulsionando el Sur.
Mi opinión personal vale bien poco, pero como es mi blog y mi entrada, pues digo lo que me da la gana XD. El libro es entretenido y como lectura de verano sirve para pasar el rato. Pero eso sí, ¡ no pasa nada! . Las 100 primeras páginas crean una expectación tremenda a la espera qué el argumento coja fuerza y suceda algo importante. Pero ese algo nunca llega. Y es una pena, porque si al libro le sumaran otras 200 páginas de argumento elaborado, ( presentación, nudo, desenlace) pues sería una obra maestra . Ah ! bueno, espera, para eso ya tienes «Matar a un Ruiseñor». Habrá muchos perfiles de lectores que les encantará, les emocionará y la sutiliza de la autora elaborando sencillos pero lapidarios diálogos y argumentos les lleven a ese estado nirvánico que es tener entre tus manos una obra maestra, pero ese no es mi perfil.
Autores que solo han publicado una novela. y que tenían «cualidades» 🙂 para haber escrito una docena más:
- Oscar Wilde «El retrato de Doryan Grey».
- Harper Lee. Matar a un ruiseñor‘.
- Emily Brontë. ‘Cumbres borrascosas‘.
- Margaret Mitchell, ‘Lo que el viento se llevó‘.
- Edgar Allan Poe, «La narración de Arthur Gordon Pym‘.
- Boris Pasternak. «Doctor Zhivago»
Mis marcadores sobre este libro:
- La NAACP tiene mucho de lo que responder a ese respecto. Pero los defensores de la supremacía blanca temen a la razón porque saben que no tienen nada que hacer ante ella.
- Los prejuicios, una palabra sucia, y la fe, una palabra limpia, tienen algo en común: ambas comienzan donde termina la razón.
- Jean Louise oyó la voz de su padre, una vocecilla que hablaba desde el cálido y confortable pasado: Caballeros, si hay un lema en este mundo en el que yo creo, es este: Los mismos
derechos para todos, privilegios especiales para nadie. - El voto era, para Jefferson, un privilegio precioso que uno se ganaba en una…una economía basada en el «vive y deja vivir»
- esa estirpe de hombres blancos que vivía en franca competencia económica con los negros libres. Durante años y años, ese hombre creyó que lo único que le hacía superior a sus hermanos negros era el color de su piel. Era igual de sucio, olía igual de mal y era igual de pobre.
- mostraba el mayor talento para el aburrimiento que él hubiera visto jamás en un hombre menor de cincuenta
- Déjala a su aire. Si la presionas, te sería más fácil vivir con cualquier mula del condado que con ella.
- hacían falta al menos cinco años para aprender leyes después de salir de la Facultad de Derecho: dos años para desenvolverse en cuestiones de economía, otros dos para aprenderse los distintos tipos de alegato del ordenamiento jurídico de Alabama y el quinto para releer la Biblia y a Shakespeare.
- Porque el Señor me dijo así: Ve, pon centinela que haga saber lo que viere. Isaías 21:6