J.A.Morales(Opera) : “En nuestra época todo era fácil. Hacías cualquier juego y se vendía. No estaba pensado para ganar dinero. Ninguno de los que estuvimos en Opera tuvimos la sensación de que era para hacernos ricos. Lo hacíamos para vivir bien, nos lo pasamos bien, hicimos algo que está ahí. Que cada uno lo evalúe.
Cuando eso cambió, no éramos nosotros los que teníamos que seguir, acabamos muy cansados. Un juego te agotaba. Un juego te absorbía aunque fuera una chorrada como Livingstone, Sirwood o Mot. Tenías que estar todo el día diciendo chorradas y llegaba un momento que decías demasiadas. En definitiva, el resumen es que nos lo pasamos de puta madre. No tenía nada que ver con esto de ahora. Nada que ver. No teníamos más intención que divertirnos. Éramos unos chavales y no valorábamos ni lo que pasaba. Yo tengo cincuenta tacos, que se dice pronto. Una de las cosas que más me da por culo de Opera es que el tiempo ha pasado muy rápido. Muy rápido”.

Ocho Quilates, una historia de la edad de oro del software español I

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mis marcadores sobre este libro:

  • «Hable con Watkins para los royalties», respondió Sugar cuando acabó la presentación.
    —«No. Le voy a regalar estos dos juegos. Sé que usted no tiene buen rollo con los españoles, que no quiere saber nada de nosotros por una mala experiencia años atrás».La Pulga y Fred)
  • Army Moves fue el título que consolidó la profesionalización de la compañía y que abrió a Dinamic las puertas del cielo del videojuego. Sí, las de Ocean.
    «Dimos el salto interno con Game Over y Army Moves, que nos abrió las puertas de nuestra deseada Ocean. Llevábamos desde Saimazoom queriendo firmar con ellos
  • Lo tenían preparado, claro. Después de enseñarnos como veinte proyectos, el tío hace así y ¡pa! El jeep saltando: —«Es Army Moves para Commodore 64. Tengo previsto acabarlo para finales de semana».
  • Cuando vi el lanzamiento del Army Moves, veía mis anuncios y cómo lo habíamos planteado y veía los suyos y se me caía la baba. ¿Cómo podían conocer y vender mejor mi juego? Todavía recuerdo la frase: Army Moves. Target enemy nuclear device. Attack, infiltrate, locate, destroy. Explicaba el juego en dos frases.

 

 

 

Ocho Quilates, una historia de la edad de oro del software español II

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  • Un ejército de adolescentes autodidactas irrumpe en la informática con las primeras creaciones hechas totalmente en España.Paco Menéndez hizo el mejor juego(Abadia) de la historia y no hizo dinero. Ganaron los que los distribuían. Los que estábamos haciendo juegos, no. Tampoco Víctor y Pablo [Ruiz]. Habrán ganado dinero para vivir bien”“Paco me propuso hacer un juego para él. Estaba hasta arriba de trabajo pero a Paco era difícil decirle que no. Se emocionaba mucho, se le ponían los ojos así brillantes, como en los dibujos japoneses, y no le podías decir que no. Acepté y dijo que quería hacer algo que rompiera con todo, que fuera lo más alucinante del mundo”.mientras el casete cargaba durante incontables minutos, la única promesa de un futuro mejor era esa impresión en la televisión de turno que te daba una pista de por dónde iban a ir los tiros.

    Paco Suarez: Recuerdo el día que Gonzo, director de la saga Commandos posteriormente, se plantó en la oficina asegurando que había pirateado nuestros juegos”. “Era una especie de apuesta. Cumplieron su parte y le contrataron.

    Europa había hecho el salto a los 16 bits mientras que España seguía anclada en los 8, el principal sustento de todas las compañías que protagonizan este relato, y que las ataba de manos en sus planes a corto plazo.

    Las versiones venían desde Uruguay y hacíamos envíos de diskete por mensajería urgente. Calculamos que los dos o tres días que tardaba no eran suficientes y montamos un módem de 2.100 baudios que se tiraba toda la noche. Por la mañana, al llegar a la oficina, había descargado la versión de Amiga que eran quinientos kilobytes. No me lo creía !!

    Cuando hacíamos la venta podíamos recibir el dinero, pero luego venían las devoluciones cuatro meses más tarde que te hacían mucho daño, eran muy peligrosas. Llegué a meter cintas para probar dónde estaba el fallo y venían con canciones de los Beatles

    –el pasado dorado que nunca volverá, el romanticismo de haber sido pioneros en un mundo que ahora está masificado, la oportunidad perdida

    “Los 16 bits no triunfaron en España porque en diskete se pirateaba todo –recuerda Pablo Ruiz–. El Atari ST y el Amiga se vendían bien, pero no vendían un juego. No teníamos mercado interno: Navy Moves vendió en España trescientas copias, literalmente. Todo el mundo se copiaba el 3½. Los 16 bits dieron fuerzas a las compañías inglesas que vendían muchas unidades a veinte libras. En España no teníamos mercado interno, y cuando nos quedamos sin mercado interno…”