Novela de ciencia ficción publicada en 1979. Es el primer libro de cinco que conforman la saga de la Guía del autoestopista galáctico, que fue originalmente una radiocomedia.
El título del libro fue inspirado en una Guía verdadera que Adams vio, la cual era útil para viajar a lo largo de Europa, escrita en forma de enciclopedia.
Un jueves a la hora de comer, la Tierra es demolida para poder construir una nueva autopista hiperespacial. Arthur Dent, un tipo que esa misma mañana ha visto cómo echaban abajo su propia casa, considera que eso supera lo que una persona puede soportar. Arthur huirá de la Tierra junto a un amigo suyo
Hay un guiño muy divertido a este libro en la seri Big Band Theory, Cuando se hacen la eterna pregunta y según: Pensamiento Profundo, ¡La Cuestión Ultima de la Vida, del Universo y de Todo! la respuesta acaba siendo un simple : 42
mis marcadores sobre este libro:
- Si los seres humanos no dejan de hacer ejercicio con los labios, pensó, es probable que la boca se les quede agarrotada. Tras unos meses de meditación y de observación, rechazó aquella teoría en favor de una nueva. Sí no continúan haciendo ejercicio con los labios, pensó, su cerebro empieza a funcionar. Al cabo de un tiempo la abandonó, considerando que era embarazosamente cínica, y decidió que después de todo le gustaban mucho los seres humanos
- Esto es lo que tiene que hacer si quiere que le lleve un vogón: olvidarlo. Son una de las razas más desagradables de la Galaxia, … son burocráticos, entrometidos e insensibles. Ni siquiera moverían un dedo para salvar a su abuela de la Voraz Bestia Bugblatter de Traal, a menos que recibieran órdenes firmadas por triplicado, acusaran recibo, volvieran a enviarlas, hicieran averiguaciones, las perdieran, las encontrarán …
- en ocasiones como ésta, cuando estoy atrapado en una escotilla neumática vogona con un habitante de Betelgeuse y a punto de morir asfixiado en el espacio profundo, realmente desearía haber escuchado lo que me decía mi madre cuando era joven. – ¡Vaya! ¿Y qué te decía? – No lo sé; no la escuchaba.
- No te lo reprocho -repuso Marvin, contando quinientos noventa y siete mil millones de ovejas antes de volver a dormirse un segundo después
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Es un hecho importante y conocido que las cosas no siempre son lo que parecen. Por ejemplo, en el planeta Tierra el hombre siempre supuso que era más inteligente que los delfines porque había producido muchas cosas -la rueda, Nueva York, las guerras, etcétera-, mientras que los delfines lo único que habían hecho consistía en juguetear en el agua y divertirse. Pero a la inversa, los delfines siempre creyeron que eran mucho más inteligentes que el hombre, precisamente por las mismas razones..