Recuerdos del abuelo, de los tiempos mejores, los días de gloría y cuando la suerte era un buen amigo. Increíble lectura para una tarde que se haya quedado corta de citas. Del tirón y a disfrutar la aventura.
aquí van mis marcadores sobre el libro: un trocito del genial diálogo de Santiago y el muchacho.
—Un billete entero. Eso hace dos pesos y medio. ¿Quién podría prestárnoslos?
—Eso es fácil. Yo siempre encuentro quien me preste dos pesos y medio.
—Creo que yo también. Pero trato de no pedir prestado. Primero pides prestado;
luego pides limosna.
—Abríguese, viejo —dijo el muchacho—. Recuerde que estamos en septiembre.
—El mes en que vienen los grandes peces —dijo el viejo—. En mayo cualquiera es
pescador.
—Ahora voy por las sardinas —dijo el muchacho.
… y para guinda; un video que circula por internet con una calidad que está a la altura del propio Hemingway.