tieeempo

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300 páginas … 300 páginas !!!  que he tenído que devorar ansioso para que pasara algo más interesante que llegar tarde a una fiesta y no tener tiempo para estrenar un vestido Delphos…. que por cierto, ya sé lo que es.
Acostumbrado a otro tipo de lecturas, donde la acción comienza en la página 20, me ha parecido demasiada novela de situación, hasta que comienza la acción, la fiesta de códigos secretos, los espías dobles, etc. Pero merece la pena. El desarrollo está jutificado.

Del argumento ni mú. Seguro que todos habéis visto la promo en la Tele, o la serie completa. Y como no me gusta hacer spoilers, pues nada. Ahí queda: Un best seller español, que como no; se sitúa en la Guerra Civil y tiene una costurera como protagonista llevada a situaciones límites y giros del destino al estar en el momento menos romántico de la histora de la España del siglo XX. Una muy buena novela, adictiva, apasionante  …

El convertir en espía y futuro héroe al tipo corriente de la calle, es un giro clásico usado en situaciones belicosas. Nos identifica con el personaje. Nos vemos reflejados y nos hace preguntarnos si seríamos capaces de hacer lo mismo Dejar nuestra sosegada existencia y dedicarla a una causa. En fin, mejor no saberlo ¿ no ?

Cuando se mezclan personajes fictios e historicos hay un momento bastante líoso que genera muchas dudas si no eres un experto en el tema. Yo desconocía si: A. Hillgarth, Rosalinda Fox, o la cuadrilla de Nazis, etc; eran creaciones literarías o si  realmente existieron. De hecho, me ha causado grata sensación conocer sus historias tras seguir un par de enlaces de la  web. Seguro  que en la realidad eran menos fríbolos que en la novela, pero es lo que tiene el oximoron de novela-historia.  No es ni historia, ni licencias literarias completas, si no un genero nuevo que engancha porque endulza todo lo que toca.

No he visto la serie de TV. Lo dejo en pendientes; porque me apetece ver como han plasmado las localizaciones. Me atrae la curiosidad de ver como se han idealizado algunos personajes ya que la autora ha estado vinculada al rodaje y seguro será un resultado atractivo.

mis marcadores sobre este libro:

  • A tiro de piedra del bullicio imparable del corazón de la ciudad, en un ambiente de ropa tendida, olor a lejía, voces de vecinas, y gatos al sol.
  • Yo era su cielo y las estrellas, la más guapa, la mejor. Mi pelo, mi cara, mis ojos. Mis manos, mi boca, mi voz. Toda yo configuraba para él  lo insuperable, la fuente de su alegría. Y yo le escuchaba, le decía tonto y me dejaba querer.
  • Porque yo ya no necesito un futuro, hija; yo ya he quemado todas mis naves.
  •  la gabacha… con ese acento suyo que en vez de contarte algo parece que te va a meter un bocado en el pescuezo.
  • Candelaria, ¿usted con quién está  en esta guerra? Se volvió sorprendida, pero no dudó un segundo en responder con un potente susurro. ¿Yo? A muerte con quien la gane, mi alma.

  • Con todo y con eso, la sangre tira mucho, aunque lo que hayas compartido con tu gente no hayan sido más que fatiguitas y miserias.
  • Por los presentes, por los ausentes, por los unos y los otros. Nos abrazamos, lloramos, y por una noche no hubo más bando que el que juntos compusimos aquel pelotón de infelices.
  • Tenían conocimiento, por supuesto, de la tensión existente entre las derechas y los partidos de izquierda, pero lo veían como una muestra más del tipismo del país, como parte del folclore nacional. Los toros, la siesta, el ajo, el aceite y el odio entre hermanos, todo muy pintoresco, muy español.
  •  Primero fueron los pisotones, los empujones, el quítate tú para que me ponga yo. Aquellos empujones tardaron poco en convertirse en humillantes collejas. Y las collejas pronto se tornaron en patadas en los riñones, y las patadas pasaron finalmente a ser a cuchilladas en la yugular
  • Ha dicho que quería algo asociado con una modista, no? dije entregándosela?. Pues aquí lo tiene: el patrón de una manga de farol. Con el mensaje dentro.
  • compusimos una relación de exigencias que España deber¡a pedir como condición indispensable para su adhesión y que Alemania no estar¡a en disposición de ofrecerle ni siquiera a medio plazo. La propuesta inclu¡a una larga lista de peticiones imposibles
  • era demasiado racional como para permitir que sus vísceras agarraran el mando de su vida. A pesar de pertenecer a la clase de los vencedores, era también treméndamente crítico con el nuevo régimen
  • La normalidad no estaba en los días que quedaron atrás: tan sólo se encontraba en aquello que la suerte nos ponía delante cada mañana
  • jamás se fue de su lado el optimismo con el que apuntaló todos los golpes y al que se acogió para ver siempre el mundo desde el lado por el que el sol luce con más claridad.