Chegg, una empresa destacada en el sector de educación digital, especialmente por su plataforma de ayuda con tareas y preparación académica, experimentó un ascenso meteórico, alcanzando una valoración multimillonaria en su apogeo. Sin embargo, la aparición de herramientas de inteligencia artificial generativa como ChatGPT provocó un impacto significativo en su modelo de negocio. La compañía enfrentó una fuerte caída en su valor de mercado, junto con miles de despidos y una reducción drástica en el crecimiento de suscriptores.

Causas del declive

  1. Disrupción tecnológica: Chegg dependía de un modelo basado en suscripciones por acceso a soluciones educativas. Con la llegada de ChatGPT, una herramienta gratuita y avanzada que los estudiantes comenzaron a usar ampliamente, Chegg observó una disminución notable en el interés por sus servicios.
  2. Estrategia de respuesta tardía: Inicialmente, Chegg subestimó el impacto de las herramientas de IA. Según el CEO Dan Rosensweig, fue en marzo de 2023 cuando la empresa notó un «pico significativo» en el uso de ChatGPT por estudiantes, afectando sus tasas de crecimiento de nuevos clientes.
  3. Dependencia en un modelo de negocio vulnerable: La oferta de Chegg se centraba en un mercado específico y fue vulnerable al avance de tecnologías que ofrecieron soluciones similares sin costo adicional.
  4. Pérdida de confianza del mercado: A pesar de los intentos de adaptarse e invertir en tecnologías basadas en IA, el daño a su modelo y la caída en ingresos previstos para 2024 resultaron en una devaluación masiva del 64% en su valor de acciones solo en el primer semestre de 2023.

Consecuencias

  • Despidos masivos: Chegg anunció la eliminación del 21% de su plantilla (unos 319 empleados), en un esfuerzo por reestructurar costos.
  • Reputación dañada: Los analistas redujeron sus perspectivas para la compañía, destacando una falta de competitividad frente a las tecnologías emergentes.
  • Transformación pendiente: Chegg comenzó a integrar IA en sus servicios, pero esto no ha sido suficiente para revertir la tendencia negativa.

Otros 10 ejemplos de disrupciones tecnológicas y sus efectos

  1. Kodak y la fotografía digital: Kodak lideraba el mercado de cámaras y películas, pero ignoró la transición a la fotografía digital, lo que culminó en su quiebra en 2012.
  2. Blockbuster frente a Netflix: Blockbuster no supo adaptarse al streaming y fue desplazada por Netflix, que ofrecía un modelo innovador.
  3. BlackBerry en el mercado móvil: BlackBerry perdió relevancia al subestimar los teléfonos inteligentes con pantallas táctiles como el iPhone.
  4. Nokia y el sistema operativo Symbian: Su liderazgo en móviles cayó cuando no adoptó sistemas más avanzados como Android.
  5. Yahoo y los motores de búsqueda: Yahoo perdió frente a Google debido a su incapacidad para innovar en búsquedas y publicidad digital.
  6. Sears en el comercio minorista: La cadena no se adaptó al e-commerce, perdiendo mercado frente a Amazon.
  7. MySpace vs. Facebook: MySpace no innovó en experiencia de usuario ni seguridad, lo que facilitó que Facebook tomara la delantera.
  8. Toys «R» Us y el comercio online: Su retraso en adoptar un modelo digital lo dejó fuera del mercado frente a Amazon y otros competidores.
  9. Uber vs. taxis tradicionales: Uber revolucionó el transporte, mientras los servicios de taxis convencionales tardaron en ofrecer aplicaciones competitivas.
  10. Peloton tras la pandemia: Su crecimiento acelerado durante la pandemia se desplomó cuando los gimnasios reabrieron y no diversificó lo suficiente su oferta.

Estos ejemplos ilustran cómo la adaptación a cambios tecnológicos y de mercado es esencial para la supervivencia empresarial. Las compañías que no invierten en innovación o reaccionan tarde enfrentan graves riesgos, como lo demuestran Chegg y otros casos emblemáticos.