fuente  : http://www.circulaseguro.com/

Josep Camós  26 de septiembre de 2012 | 09:31

 Danos 1 segundo’ es una campaña que emociona. Por muchos motivos. El primero, porque es una iniciativa surgida de una necesidad real que tienen los ciclistas. El segundo, porque nace en un momento marcado por el atropello del ciclista profesional Víctor Cabedo. El tercero, porque las estadísticas nos recuerdan que el atropello del miembro del equipo Euskaltel es uno más de una larguísima lista de ciclistas que cada año mueren o caen heridos en la carretera.

‘Danos 1 segundo’ es, además, una campaña redonda desde el punto de vista de la comunicación. Tres palabras, un número en medio y la fuerza semiótica de pedir algo tan insignificante como un segundo de tiempo para no tener que lamentar la pérdida de algo tan sumamente importante como es la vida. Un simple segundo por toda una vida, otra vida más.

Como telón de fondo, tenemos el dato que dice que España es el país europeo con más ciclistas fallecidos en carretera. Las últimas cifras hablan de 3.496 personas siniestradas de esta forma en 2010. De ellas, 67 perdieron la vida, lo que supuso un aumento del 20 % con respecto al año anterior.

Ahora, ponemos cara a esos fríos números y damos un paso más allá. ‘Danos 1 segundo’ promueve que el conductor de un turismo o un camión se lo piense un par de veces antes de adelantar a un ciclista de cualquier forma, a cuchillo. No en vano la separación lateral y la velocidad excesiva durante el adelantamiento en carretera son las infracciones que más denuncian sufrir los ciclistas cuando circulan por las vías interurbanas. Esos 1,5 metros que sabemos (o deberíamos saber) que hay que dejar fuera de ciudad al adelantar a un vehículo de dos ruedas… sencillamente no lo dejamos. Y de moderar la velocidad como manda el Reglamento ya ni hablamos, claro.

El caos del conductor autómata frente al ciclista repentino

¿Por qué sucede esto? Bueno, quizá se juntan ahí varios factores. El cambio de una conducción subconsciente a una conducción consciente, que no todos los conductores tienen por la mano con la suficiente agilidad, la sensación de pérdida de ritmo que irrita a no pocos conductores e incluso la dificultad para tomar rápidamente una decisión que a muchos conductores se les puede antojar un problema. Eso, sin olvidar que no pocos conductores adelantan en carretera sin considerar la posición y la velocidad de los vehículos que se acercan en sentido contrario y al final se obligan a sí mismos a forzar su maniobra de forma chapucera, volviendo a su derecha de forma precipitada y sin considerar que ahí había alguien a quien estaban adelantando.

Por eso es brillante la denominación de la campaña. ‘Danos 1 segundo’ significa, en el fondo, que el conductor se dé a sí mismo un segundo para pensar, que no pasa nada si en ese momento no adelanta a los ciclistas, que ya vendrá una ocasión mejor y más segura para todos, que no pasa nada malo por esperar un momento. Y que ese segundo que el conductor invierta en pensar será a la postreun beneficio para los ciclistas. Aunque, en el fondo, será un beneficio para todos.

En ese lapso de tiempo (quien dice un segundo dice dos, qué más da en realidad) el conductor puede reflexionar sobre la figura del ciclista como uno de los usuarios más vulnerables de la vía, puede moderar la velocidad, puede decidir si conviene o no adelantar, puede evaluar la situación en toda su extensión y, finalmente, si se da el caso adelantar con todas las garantías de seguridad en cuanto a la separación lateral y a la circunstancia de que no venga otro vehículo circulando en sentido opuesto.