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No sabes si estás leyendo una novela o la biografía de este Franchute que se ha cambiado la chaqueta. Quizá sean las dos cosas aunque deja bien claro que es «ficción». A ratos entretenido, otros grotesto y un poco marranete; bien es cierto que las primeras 20 páginas son sublimes. De ahí salió esta imagen que dio la vuelta al mundo hace unos años. Yo me enganché con ella para leer este libro.

mis marcadores sobre este libro:

    • Soy yo quien decide hoy lo que os gustará mañana.
    • Contamino el universo. Soy el tío que os vende mierda. Que os hace soñar con esas cosas que nunca tendréis. Cielo eternamente azul, tías que nunca son feas, una felicidad perfecta, retocada con el PhotoShop. Imágenes relamidas, músicas pegadizas. Cuando, a fuerza de ahorrar, logréis comprar el coche de vuestros sueños, el que lancé en mi última campaña, yo ya habré conseguido que esté pasado de moda. Os llevo tres temporadas de ventaja, y siempre me las apaño
    • para que os sintáis frustrados. El Glamour es el país al que nunca se consigue llegar. Os drogo con novedad, y la ventaja de lo nuevo es que nunca lo es durante mucho tiempo. Siempre hay una nueva novedad para lograr que la anterior envejezca. En mi profesión, nadie desea vuestra felicidad, porque la gente feliz no consume. Vuestro sufrimiento estimula el comercio
    • El hedonismo no es una forma de humanismo: es un simple flujo de caja. ¿Su lema? «Gasto, luego existo.» Para crear necesidades, sin embargo, resulta imprescindible fomentar la envidia, el dolor, la insaciabilidad: éstas son nuestras armas. Y vosotros sois mi blanco. Me paso la vida contándoos mentiras y me lo pagan con crecesse necesitan mutuamente, y en una empresa uno sólo quiere a aquellos individuos a los que necesita; a los demás, los conoces el día de su fiesta de despedida
13-99

13-99

  • Comes solo.Antes tenías demasiados amigos yahora no tienes ninguno. Eso significa que nunca los tuviste.
  • El reino de la mercancía implica que esta mercancía se venda: tu trabajo consiste en convencer a los consumidores de que elijan el producto que se gastará más deprisa. Los industriales lo denominan «programar la obsolescencia».
  • La fealdad no vende
  • Cuando uno no tiene nada preparado, conviene ser el último en hablar y retomar como propio lo que los demás han dicho. En cualquier reunión, el último en hablar siempre tiene razón
  • Un redactor que tarda una semana en escribir un artículo para el periódico Le Figaro cobrará cincuenta veces menos que un creativo free-lance que tarde diez minutos en parir un cartel. ¿Por qué? Simplemente porque el creativo hace un trabajo que genera más dinero.
  • ¿cómo quiere sorprender a sus consumidores si antes les pide su opinión? ¿Acaso le pregunta a su esposa que elija la sorpresa que piensa regalarle para su aniversario?
  • Todo el mundo necesita actividades para, en teoría, «desestresarse», pero te das perfecta cuenta de que, en realidad, la gente no hace más que defenderse.