Escrita por James Hilton y publicada en 1933. Relata la llegada de un grupo de extranjeros al monasterio tibetano de Shangri-La, un lugar utópico y paradisíaco en los Himalayas. Es considerada el prototipo de metáfora de búsqueda de la espiritualidad oriental y de la sociedad perfecta. Y claro, de la eterna juventud.

Su presentación de una sociedad pacífica, donde gobiernan unos sabios lamas en paz, está claramente inspirada en la Utopía de Tomás Moro, y se considera un clásico de la literatura utópica, y el mítico Shangri-La, reflejo de la budista Shamballa, un símbolo del gobierno perfecto basado en la sabiduría.

La novela ha sido adaptada por dos veces al cine, la primera en 1937, dirigida por Frank Capra y la segunda en 1973, dirigida por Charles Jarrott.

mis marcadores sobre este libro:

  • Los cigarros ya se habían apagado y empezábamos a experimentar la desilusión que generalmente aflige a los compañeros de colegio que vuelven a encontrarse ya adultos, y que tienen mucho menos de común de lo que imaginaban.
  • Mallinson, sabrías que hay ocasiones en la vida en que lo más cómodo es no hacer nada. Lo mejor es dejar que todo suceda como ha de suceder. La guerra fue una cosa parecida.
  • El primer cuarto de siglo de su existencia lo ha vivido, indudablemente, bajo la nube de ser demasiado joven para ciertas cosas; mientras que el último lustro lo vivirá más ensombrecido aún por la espesa nube de considerarse demasiado viejo; y entre esas dos nubes, ¡cuán menguados y escasos son los rayos de sol que iluminan una vida humana!
  • Mis colegas han ido haciéndose viejos y juiciosos; pero usted, que es aún joven en años, es juicioso ya. Amigo mío, la tarea que confío en sus manos no tiene nada de ardua; no nos ligan más que lazos de seda. Ser bondadosos, pacientes, preocuparnos de las riquezas del espíritu, gobernar con prudencia y en secreto, mientras la tormenta sopla furiosa en el exterior…
horizontes_perdidos

horizontes_perdidos