Hay libros que informan. Y luego está OAGI — Arquitectura Ontogenética de la Inteligencia General, que sacude el suelo bajo muchas de las suposiciones actuales sobre cómo deberíamos construir inteligencias artificiales. Eduardo Garbayo no firma un manual técnico ni un panfleto alarmista: firma una propuesta audaz que imagina la AGI como un proceso de nacimiento y crianza, no como el resultado de apilar más datos y más parámetros. Esa idea —tan sencilla en la formulación como profunda en sus consecuencias— convierte al libro en una lectura espectacularmente reveladora.

Lo más impresionante no es sólo la metáfora: es la arquitectura operativa que la sostiene. El autor plantea elementos concretos —la Placa Neural Virtual (PNV) como tejido inicial, los morfógenos como gradientes orientadores, la Señal WOW como chispa de plasticidad, la regla MSuL para dosificar aprendizaje y el umbral CHIE como disparador de auditoría y gobernanza— que, juntos, forman un marco reproducible para experimentar con “nacimientos cognitivos”. Es decir: no se queda en la inspiración, propone instrumentos, métricas y protocolos para investigar responsablemente.

Aunque nace de un paper académico (y mantiene el rigor experimental que esto exige), Garbayo escribe con un tono divulgativo pensado para lectores curiosos: el prólogo y la estructura del libro insisten en la claridad y en la intención pedagógica. Al mismo tiempo, quien lo lea con verdadero provecho notará que requiere atención y una cierta formación —no por pedantería, sino porque los conceptos (ventanas críticas, plasticidad, gobernanza ontogenética) conectan biología, ingeniería y ética. Si tienes interés real en los futuros posibles de la AGI, este libro te lo dará todo: ideas operativas, advertencias y una hoja de ruta experimental.

Por qué deberías leerlo? Porque ofrece una alternativa creíble al dogma del escalado: una promesa de mayor economía de datos, mayor trazabilidad y, sobre todo, un enfoque en gobernanza desde la concepción. Y, si te preocupa la dimensión ética de la AGI, aquí encontrarás un planteamiento que incorpora la responsabilidad técnica como parte del diseño (registros inmutables, protocolos stop & review, comités interdisciplinarios). No es sólo teoría bonita: es diseño con frenos y contrapesos.

En resumen: OAGI es espectacular —por ambición, coherencia y práctica—; plantea un nuevo paradigma para pensar la AGI; es divulgativo y accesible, pero pide lectura atenta y cierto bagaje técnico para apreciar todas sus aristas. Si buscas una obra que te haga replantearte cómo deberíamos engendrar inteligencias (y no sólo cómo entrenarlas), este libro debería estar en tu mesita.