Recuerdo que cuando salí de casa por primera vez para ir a la Universidad, a Valladolid (ETSII), allá por el 91, mi padre me escribió una carta similar que aún conservo. Pero como ejemplo , esta nos sirve para no entrar en detalles familiares 🙂

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Jackson Brown es un padre preocupado por la felicidad de su hijo y por ello le escribió estos “consejos” cuando este se fue a estudiar a la Universidad, lejos de su casa. Su hijo decidió fotocopiarlos y los distribuyó entre sus compañeros. Los mensajes tuvieron tanto éxito, que una editorial le pidió autorización a Brown para editar un libro con ellos, Life’s Little Instruction Book, una publicación que rápidamente se convirtió en un best seller traducido a varios idiomas. He aquí los consejos. Hijo: • Cásate con la persona correcta. De ésta decisión dependerá el 90% de tu felicidad o tu miseria. • Observa el amanecer por lo menos una vez al año. • Estrecha la mano con firmeza, y mira a la gente de frente a los ojos. • Ten un buen equipo de música. • Elige a un socio de la misma manera que elegirías a un compañero de tenis: busca que sea fuerte donde tú eres débil y viceversa. • Desconfía de los fanfarrones: nadie alardea de lo que le sobra. • Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa. • Evita a las personas negativas; siempre tienen un problema para cada solución. • Maneja coches que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa. • Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión. • No hagas comentarios sobre el peso de una persona, ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Ya lo sabe. • Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche (dile al débil que es fuerte y lo verás hacer fuerza). • Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir. • Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo más pesado. • Haz lo que creas que sea correcto, sin importar lo que otros piensen. • Dale una mano a tu hijo cada vez que tengas la oportunidad. Llegará el momento en que ya no te dejará hacerlo. • Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no desde las tuyas. • Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades. • Recuerda el viejo proverbio: sin deudas, no hay peligros ni problemas. • No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios. • Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo. El que no vive para servir, no sirve para vivir. • Acude a tus compromisos a tiempo. La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno. • Confía en la gente, pero cierra tu coche con llave. • Recuerda que el gran amor y el gran desafío incluyen también ‘el gran riesgo’. • Nunca confundas riqueza con éxito. • No pierdas nunca el sentido del humor y aprende a reírte de tus propios defectos. • No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices. • Aunque tengas una posición holgada, haz que tus hijos paguen parte de sus estudios. • Haz dos copias de las fotos que saques y envíalas a las personas que aparezcan en las fotos. • Trata a tus empleados con el mismo respeto con que tratas a tus clientes. • No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta. • No deseches una buena idea porque no te gusta de quien viene. • Nunca compres un colchón barato: nos pasamos la tercera parte nuestra vida encima de él. • No confundas confort con felicidad. • Nunca compres nada eléctrico en una feria artesanal. • Escucha el doble de lo que hablas (por eso tenemos dos oídos y una sola boca). • Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a profesionales y no a amigos. • Aprende a distinguir quiénes son tus amigos y quiénes son tus enemigos. • Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento. • Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino: disfruta mientras lo recorres. • Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles. • La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo.