Miyamoto Musashi está considerado como uno de los mejores Samurais  del Japón feudal. Llegó a tener 60 combates y salió siempre victorioso. Se retiró con 30 años y en su vejez (1645) escribió  este libro que recoge su técnica de la espada.  No es tan filosófico como el de Bruce Lee,  ya que el obejtivo de Musashi siempre era matar y sobrevivir, pero si que es una lectura amen. Eso sí, he aprendido a decapitar y acuchillar de cien maneras distintas 🙂 . Espero no tener que usarlas esta semana jaja.

Leyendas :

Según cuentan las historias, un buen día entró un vagabundo con dos espadas de gran calidad en una taberna pidiendo comida. El sujeto apestaba y alrededor suyo revoloteaban tres moscas atraídas por el mal olor que despedía. Al verlo sentado en una mesa, comiendo, dos vecinos del pueblo empezaron a hablar sobre aquel personaje, preguntándose a quién habría robado aquellos aceros, y tacharlo de ladrón y de pordiosero, cuando, en un momento dado y sin mediar palabra, el vagabundo alzó sus palillos en tres suaves y ágiles movimientos haciendo caer a las tres moscas sobre la mesa después de haberlas atrapado con los mismos. Ambos pueblerinos huyeron de la taberna despavoridos, pues, sin duda, ese era Miyamoto Musashi.

mis marcadores sobre este libro:

  • Ante todo, cuando levantáis el sable, en cualquier caso la idea es de matar al adversario. Si pensáis en interceptar, golpear, bloquear, inmovilizar u obstruir la trayectoria, con ello seréis incapaces de matar. Es esencial pensar en todo como una oportunidad de matar. Esto debe ser considerado atentamente
  • manteniéndola en vuestro espíritu continuamente, sin unasensación de apresuramiento, aprendiendo sus virtudes siempre que surja la oportunidad, aceptandocombatir con cualquier clase de adversario en los duelos, aprendiendo el corazón de la ciencia, aunque sea un camino de 1.600 kilómetros, dais un paso cada vez.
  • Existe el contagio en todo. Incluso el sueño puede ser contagiado, lo mismo que el bostezo. Existe el contagio incluso de una época.En la ciencia militar a gran escala, cuando los adversarios están excitados y con toda evidencia tienenprisa por actuar, os comportáis como si estuvierais somnolientos, dando la apariencia de estar completamente relajados y tranquilos. Haced esto, y los mismos adversarios se verán influidos por este estado de ánimo y perderán su entusiasmo.
  • Cuando intentáis alguna táctica sobre un adversario, si no funciona la primera vez, no obtendréis ningúnbeneficio precipitándoos a hacerla de nuevo. Cambiad vuestras tácticas de manera abrupta, haciendo algo completamente diferente. Así pues, la ciencia de las artes marciales implica la presencia del espíritu para actuar como el mar,cuando el enemigo es como una montaña, y actuar como una montaña, cuando el enemigo es como elmar.